Jorge Lapeña es el Presidente del Instituto Argentino de la Energía. Participó en el panel de inauguración del primer Forum Empresarial de Energía organizado por CCI France Argentine.
Inicio de la presentación en el vídeo: minuto 24:10
Creo que el punto central es la transición energética mundial definitivamente encaminada a partir de la última cumbre climática global que se realizó el 22 de abril pasado, con la presencia del presidente Biden y un conjunto de 40 países que representan algo así como el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. El Acuerdo de París ha sido una pieza clave, pero todos sabemos que ha tenido ciertos vaivenes que se han producido entre 2015 y la actualidad.
Que los dos principales contaminadores, Estados Unidos y China, coincidan y lideren la política de neutralidad de carbono para 2050 y 2060 constituye un instrumento fuertemente ordenador de las políticas mundiales. No me cabe duda que Europa es una pieza clave en esto. Si bien representa solo el 11 o 12% de las emisiones totales, su participación -y particularmente la de países como Francia y como Alemania- es clave para el éxito mundial de esta política.
Los países se comprometen con objetivos concretos de neutralidad de carbono para lograr el objetivo global de un recalentamiento global moderado en una cifra de 1,5° C con respecto a los valores considerados de base por la comunidad internacional. Para la Argentina constituye un gran esfuerzo; porque tenemos un 85% de nuestro balance energético primario basado en el petróleo y el gas. Llegar a una neutralidad de carbono implica que esa proporción baje en una forma sustancial. No estamos hablando de anular la emisión de gases de efecto invernadero, pero sí que tienen que ser reducida en una forma drástica. Esto requiere algo que la Argentina todavía no tiene: una estrategia energética interna que un acuerdo entre las principales fuerzas políticas con representación parlamentaria. Para esto es fundamental no solo la definición de la estrategia de los objetivos sino también de las metas parciales de reducción. Todo esto debe plasmarse en un plan energético de largo plazo que la Argentina en este momento no posee. La Argentina tiene un sector energético que posee enormes recursos -quiero decir grandísimas cantidades de recursos energéticos para producir energía: vientos, reservas de petróleo, gas, biomása, etcétera. Sin embargo son recursos y no reservas y todavía no sabemos cual es la rentabilidad para que esos recursos sean puestos en producción efectiva en las condiciones del mercado. Es una cuestión que va a tener que ser dilucidada en la confección de esa estrategia energética y en esos planes de largo plazo que la Argentina todavía no tiene.
El país tiene una economía energética con grandes inconsistencias momentáneas que deberán ser resueltas o solucionadas en el corto plazo: altos subsidios energéticos sin financiamiento genuino, congelamientos tarifarios en un contexto de altísima inflación que desalientan la inversión, subsidios indiscriminados y no focalizados y subsidios importantísimos a la oferta en vez de a la demanda. Evidentemente un proceso de transformación energética que necesita estar matrizado dentro de un plan que abarque desde la construcción de edificios eficientes hasta la movilidad eléctrica. Necesitamos incrementar la utilización de energía eólica, solar, nuclear, hidroeléctrica y de los biocombustibles.
Para la organización de este Forum, CCI France Argentine agradece a: