Energías sustentables: perspectivas para su desarrollo en la Argentina

Claudia Scherer Effosse, Embajadora de Francia: «Francia alcanzará la neutralidad carbón en 2050».

Claudia Scherer Effosse, Embajadora de Francia en la Argentina, participó en la apertura del Forum con estas palabras. 

Inicio de la presentación en el vídeo: al minuto 12:50.

Muchas gracias por la invitación y felicitaciones a la Cámara de Comercio e Industria Franco-Argentina por organizar este foro sobre un tema sumamente importante. A mí me va a tocar de hablarles, me parece de forma bastante complementaria, de lo que significa esa energía y cambio energético en Francia. Me parece que va a ser una introducción interesante para los paneles muy adecuados que han organizado hoy.

El compromiso de Francia en cuanto a la lucha contra el cambio climático es un eje esencial de las políticas francesas desarrolladas tanto en el país como en el exterior. La Argentina también tiene un compromiso fuerte y presentó a fines del 2020 una nueva contribución determinada a nivel nacional con una ambición alta y renovada y está preparando para la COP 26 su estrategia de largo plazo. Quería aprovechar la oportunidad que me dan hoy para volver a felicitar a las autoridades argentinas por su voluntad de emprender el camino hacia una sociedad bajo carbón y asegurarles del apoyo de Francia sobre ese asunto.

Volviendo a la perspectiva francesa sobre las energías tengo que mencionar primero el objetivo de neutralidad carbón que Francia se propone alcanzar en 2050. Este objetivo también existe al nivel de la Unión Europea; y el Consejo Europeo adoptó el 12 de diciembre de 2019 la meta de conseguir esa neutralidad este mismo año, en 2050. El camino hacia 2050 está descrito en la estrategia nacional de bajo carbón aprobada por el gobierno francés en marzo 2020. Es una ambición muy fuerte y la estrategia tiene tres ejes para lograrlo:

  • La descarbonización de los vectores energéticos, por ejemplo reemplazar al carbón por la producción de electricidad con renovables;
  • La eficacia energética: brindar el mismo servicio gastando menos energía con vehículos eléctricos o aislamiento térmico de los edificios;
  • La reducción del consumo: bajar el consumo de bienes o servicios a fuerte impacto ambiental.

Vamos a tener que reducir el consumo energético, sobre todo las fuentes más demandantes en carbón, sustituir energías fósiles por energías descarbonadas y desarrollar nuevas tecnologías,  principalmente en los sectores del transporte y de la construcción. Al mismo tiempo vamos a tener que cambiar nuestra conducta y nuestras costumbres. Anticipamos que la producción de energía va a modificarse de forma profunda, volviéndose más sustentable y descentralizada para acercarse a los ciudadanos.

Los cambios anticipados deben realizarse teniendo en cuenta dos puntos de enfoque para los ciudadanos: asegurar que estos cambios no comprometen la seguridad de abastecimiento, desarrollando un acompañamiento social y una garantía de acceso a los servicios esenciales. En la producción energética la meta fue establecida por la ley de transición energética y para el crecimiento verde en 2015. La meta es de 40 % del total proviniendo de fuentes renovables (ya contábamos con un 23% en 2019). Anticipamos que el desarrollo de las energías renovables será basado en los vectores eólicos -tanto terrestres como en el mar-, y fotovoltaicos (hasta un 8 % en 2028); ya que las posibilidades de desarrollar la hidroelectricidad en Francia son limitadas. También vamos a reducir la proporción de la electricidad nuclear hasta un 50% en 2035, tal como previsto por la Ley Energía Clima de 2019.

Sin embargo para lograr la neutralidad carbón en 2050 el cambio tendrá que ser más profundo; así que para cumplir con sus metas en 2050 Francia está tratando de diseñar un futuro en que se use solo cuatro fuentes de energía: la geotermia solar, térmico, la biomasa, la energía de recuperación y la electricidad generada sobre la base de fuentes renovables.

Más allá de la generación energética, la descarbonización de dos sectores es de mayor importancia para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero: la construcción y el transporte. En la construcción estamos trabajando sobre dos ejes: establecer y fortalecer las normas de construcción para mejorar la eficacia energética; modernizar las conducciones existentes. El objetivo es apoyar anualmente a 35.000 hogares particulares a través de un fondo de garantía de 50 millones de euros, con dispositivos de reducción fiscal, etiquetado de los edificios y también por otra parte. Las ambiciones prevén también la renovación de los edificios públicos.

En cuanto al transporte desarrollamos una estrategia de movilidad limpia establecida a partir de consultas públicas, llamada «L’Exercice de la Mobilité» y apoyado por la Ley de Orientación de las Movilidades. Así buscamos aportar a todas las regiones francesas el beneficio de alternativas al uso de vínculos individuales, desarrollar los vehículos de bajas emisiones (eléctricos, GNL o hidrógeno) y favorecer cambios modales en el transporte de pasajeros así como de cargas.

El 30 de junio -hace pocos días- el Alto Consejo para el Clima Francés publicó su reporte anual. Constó que las emisiones resultando de la transformación de energía disminuyeron un 46 % desde 1990 o un 5,6 % desde 2019. Podemos estar orgullosos de tener las emisiones energéticas por ciudadano más bajas de la Unión Europea. Pero la mitad de esas emisiones vienen de la producción energética y una quinta parte de la refinación del petróleo por lo cual tenemos que seguir esforzándonos; sobre todo para acelerar este desarrollo de la producción eléctrica renovable y reforzar las políticas de reducción del consumo.

Varias empresas francesas del sector energético, del transporte o de la construcción están presentes en la Argentina. Pueden aportar sus tecnologías y sus ideas y adaptarlas al país. Me alegra que la Cámara de Comercio e Industria Franco-Argentina haya organizado este encuentro virtual en un momento en que la Argentina está preparando su estrategia de largo plazo, en total adecuación con los objetivos del acuerdo de París.

Los dos países tienen perspectivas comunes sobre la lucha contra el cambio climático y aunque nuestras geografías y nuestros recursos son muy distintos creo que podemos compartir con éxito experiencias y tecnologías para juntar nuestros esfuerzos hacia un mundo más verde.

Para la organización de este Forum, CCI France Argentine agradece a: 

 

 

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