El panel contó con las participaciones de Marcelo Elizondo, presidente del Comité Argentino de la International Chamber of Commerce (ICC) y Carolina Amoroso, periodista especializada en temas internacionales. Fue moderado por Jean-François Michel, jefe del Servicio Económico Regional de la Embajada de Francia en Buenos Aires
Carolina Amoroso
(11.10) «No soy analista. Soy una persona de terreno. Soy cronista y quizás han visto algo de mi trabajo. Me he dedicado a cubrir crisis humanitarias en América Latina, en Ucrania y acabo de volver del Mediterráneo para cubrir la crisis migratoria. Yo creo que el debate de época y el debate central tiene que ver con una encrucijada sistémica. Cuando se habla de la gran polarización entre proyectos de derecha o de izquierda, yo creo que es una falsa antinomia. La gran encrucijada de nuestra época es: democracia liberal o régimen iliberal. Muchos de los fenómenos que me ha tocado cubrir tienen que ver con esos debates y con esas tensiones sistémicas. Los éxodos no mienten. Cuando uno quiere saber cuál sistema está funcionando y cuál es un estado fallido, lo único que tiene que hacer es mirar los flujos migratorios. Cuando viajé a Ucrania, me encontré con un país que estaba dispuesto a resistir incluso más allá de los límites de lo humanamente imaginable, desde sus niños hasta sus mujeres. Lo cual ha sido muy conmovedor, pero a la vez me ha interpelado respecto de lo que yo estoy dispuesta a hacer para defender el sistema en el que estoy dispuesta a vivir. Cuando les pregunto a muchas de estas personas qué pasa si no se llega a la victoria, siempre me respondieron «eso no es una posibilidad, porque esto es para nosotros una guerra de existencia». Lo que quiero significar con esto es que la guerra en Ucrania es un conflicto que simboliza como pocos esta gran encrucijada entre democracia liberal y regimen autocrático».
(14:40) «Cuando traemos la discusión un poco más hacia América Latina, también nos encontramos con algunos fenómenos análogos. Me he dedicado a cubrir durante años el éxodo venezolano y también he cubierto con mucha atención ese fenómeno en Nicaragua y en Cuba. Estoy ahora viendo con preocupación lo que pasa en El Salvador. Me doy cuenta que independientemente del espectro ideológico del proyecto político, la interpelación es siempre la mima».
(16:00) «Los derechos fundamentales merecen una defensa cotidiana. La amenaza latente de una deriva autoritaria puede arrasar con todos los cimientos institucionales y siempre está a la vuelta de la esquina. Lo descubrí cubriendo América Latina con sus fragilidades institucionales. Esta defensa implica una responsabilidad específica de cada uno como actores en nuestra sociedad. La Argentina, durante estos últimos años, ha tenido -por llamarlo de alguna manera- una deriva ambivalente. Creo que es más costosa de lo que estamos dispuestos a aceptar, sobre todo para un país que no tiene un peso específico en términos comerciales y económicos globales. Por eso creo que no es un tiempo de ambivalencia. Es un tiempo de claridad. No estoy diciendo que no pueda haber aspectos pragmáticos a tener en en cuenta (y de hecho venimos escuchando mucho a raíz de las declaraciones de uno de los candidatos presidenciales en cuanto a la relación de la Argentina con China) pero es un tiempo para estar a la altura de las circunstancias. Es un tiempo para la reivindicación de los valores y del sistema que nos organiza. A mi entender es mucho más frágil de lo que podemos llegar a aceptar. Es realmente perturbador ver cuán frágil es el sistema que nos organiza, nos protege, nos ampara y nos permite desarrollarnos en un ámbito de libertad perfectible».
Marcelo Elizondo
(19:15) «El mundo se enfrenta actualmente a tres grandes acontecimientos: la aceleración del cambio climático, el covid y la pandemia, y la guerra en Ucrania. Estos tres acontecimientos están cambiando el mundo y sobre todo acelerando procesos que venían ocurriendo antes. Al mismo tiempo hay cinco grandes tendencias que están ocurriendo en el planeta hoy. No son nuevas pero sí van acelerándose a raíz de estos tres grandes disparadores, desde la perspectiva socioeconómica mundial. La primera de estas cinco tendencias es la aceleración de la Revolución Tecnológica. No se trata solamente de un cambio de algunas máquinas por otras en los procesos productivos. Hay transformaciones en las cadenas de valor, cambios en el motor de la generación de valores. El capital intelectual es el nuevo generador de riqueza en el planeta».
(21:04) «La segunda gran tendencia es vinculada directamente con la primera. Las grandes empresas transnacionales son ahora la máquina que impulsa los cambios. Genera más transformaciones que los procesos políticos. Lograron incluso resiliencia ante los movimientos geopolíticos. Si uno mira el comercio internacional, ve que el año pasado se alcanzó el récord de exportaciones entre todos los países del Mundo, con 32 billones de dólares. Se sucedió así al récord del año anterior que había alcanzado 28 billones de dólares. Al mismo tiempo, si miramos los titulares de los diarios, vemos que las políticas nacionales están hechas de restricciones, sanciones comerciales o límites vinculados con los posicionamientos geopolíticos. Las grandes empresas incluso avanzaron hasta terrenos que ni siquiera habían previsto las políticas públicas. Por ejemplo hay alrededor de 2.000 satélites dando vuelta alrededor del planeta el 80 % de ellos pertenecen a empresas privadas. Es algo que no nos hubiéramos imaginado hace 20 años. Las grandes empresas han logrado un poder extraordinario».
(23:00) «Tercera tendencia que ocurre en el planeta: los estándares dentro de los cuales tienen que moverse las personas, las empresas e incluso los gobiernos. Miremos por ejemplo la negociación entre la Unión Europea y el Mercosur, con lo que pasa con la deforestación. Los estándares empiezan a ser el principal requisito para participar de la nueva globalidad económica. Se vinculan con la revolución tecnológica porque la revolución tecnológica nos permite acreditar conductas y transformarnos en participantes -o no- de este nuevo escenario».
(24:01) «Esta tercera tendencia se vincula con la cuarta, que es la enorme incidencia de la geopolítica en los negocios internacionales. La geopolítica se manifiesta a través de distintas vías. Una de ellas es el friendshoring, y un estudio reciente demostró que en el último año y medio el comercio internacional se concentra entre países amigos y se debilita entre países adversarios. El friendshoring se manifiesta entre otras cosas a través de estándares que alinean a los mercados, según participen o no en las nuevas confluencias».
(24:44) «La quinta tendencia nos indica que hemos entrado en un escenario en el que lo normal es la inestabilidad. Durante el siglo XX lo normal fue lo estable y el accidente fue lo inestable. En el siglo XXI, lo normal es lo inestable. Y no solamente en términos de precios, de finanzas, de cotizaciones, sino en términos también de parámetros en base a los cuales la socioeconomía se desenvuelve. Este último punto el de la inestabilidad es de enorme incidencia, porque hace de la inestabilidad la nueva realidad. Genera un nuevo escenario que todavía no conocemos. La inestabilidad nos envuelve en un escenario de contradicciones: países desarrollando políticas restrictivas y empresas generando resiliencias. Carolina hablaba recién de las migraciones, pero tenemos también el proceso de las telemigraciones que están rompiendo sistemas jurídicos».
(28:15) «Internet lo cambió todo, las iglesias están vacías, las empresas ya no son espacios de carrera profesional vitalicia, los sindicatos tienen menos afiliados, las escuelas ya no son el ámbito de instrucción principal. Se presentó hace pocos días en un trabajo del ITBA cuya conclusión es que la nueva gran escuela mundial es YouTube. Ahí es donde están los profesores y los conferencistas. Se convirtió en el principal generador de conocimiento y esto produce enormes transformaciones que todavía están en la instancia de la contradicción. Todavía no sabemos hacia dónde vamos, pero sí que se está moviendo el piso desde la perspectiva socioeconómica y que está exigiendo nuevos atributos competitivos en las personas, en las empresas e incluso en los prestadores de servicios».
Carolina Amoroso
(33:00) «Traigo algunas reflexiones a partir de un trabajo que hicimos con un colega para un libro acerca de los grandes referentes de la usina tecnológica argentina, del Sillicon Valley argentino. Lo que plantean sus actores son dos procesos: el upskilling y el reskilling, que permiten adaptarse a algo que se va a se debería producir. Creo que las empresas van a tener un rol fundamental en la formación profesional porque nuestros sistemas educativos no es lo suficientemente rápida y dinámica como para adaptarse a esos dos procesos».
(34:40) «Por otro lado, el nivel de sofisticación es cada vez mayor. Las empresas entienden que tienen un rol en la formación de profesionales. Ahí se abre una puerta interesante, sobre todo en un país como la Argentina con las deudas pendientes del sistema educativo».
Marcelo Elizondo
(36:09) «El mundo está generando más valor que nunca antes, en el sentido de riqueza. La cuestión es encontrar el rol de las personas en la generación de riqueza. No es un mundo en el cual las máquinas pueden llegar a ser cualquier cosa, sino que es un mundo en el cual las personas podemos llegar a hacer cualquier cosa gracias a las máquinas. Creo que hay que hacer definir el rol de las personas. No pienso que desaparecerá el trabajo, sino que desaparecerá el trabajo como lo hemos concebido hasta ahora. La transformación del trabajo a la cual asistimos es la mayor de la historia. Es mayor que la que ocurrió en la Revolución Industrial. Nos tenemos que preparar para el desempeño en un nuevo mundo en el cual el trabajo es básicamente la participación humana a la generación de valor. Hasta tendríamos que cambiar de palabra y usar una nueva para nombrar el trabajo, un neologismo que identifique esta participación humana en los procesos de generación de valor».
