Análisis y reflexiones para entender mejor lo que se pone en juego en las PASO del 12 de septiembre de 2021.
Por Juan Luis Buchet, Corresponsal de Radio Francia Internacional (RFI), Director periodístico de Radio Cultura
Este 12 de septiembre – mañana-, los argentinos van a votar por primera vez desde la elección a la presidencia de Alberto Fernández en noviembre 2019, y desde el inicio de la pandemia de covid 19 en marzo 2020. Lo harán en las PASO, Primarias abiertas simultáneas y obligatorias, que definirán qué candidatos disputarán las elecciones generales del 14 de noviembre, en las cuales se elegirán 127 diputados y 24 senadores, elecciones también llamadas de medio término, a la usanza de los EE.UU., en las que se renuevan la mitad de las bancas de la Cámara Baja y un tercio de los escaños del Senado.
Señalemos que este sistema de Primarias nacionales, abiertas, simultáneas y obligatorias, es único en el mundo. Hay primarias en otros países, pocos en realidad, generalmente organizadas por los partidos políticos y según criterios variables. En los EE.UU., las primarias juegan un gran rol en la designación de los candidatos que defenderán los colores de los demócratas y los republicanos en las presidenciales, pero solo se organizan en algunos estados y con distintos modos de participación. En Francia, se han institucionalizado desde hace poco, y no en todos los partidos, con la participación de los adherentes que así lo deseen, en procesos poco representativos de los electores de tal o cual formación política, y menos del conjunto del cuerpo electoral. No así en la Argentina, donde todo el mundo debe votar el mismo día, como en las elecciones, legislativas o presidenciales, de las que surgirán los elegidos para los cargos en juego.
Este sistema es una exclusividad y una gran originalidad argentina. Podríamos decir que la Argentina inventó un sistema a dos vueltas donde solo hay oficialmente una, como en las legislativas, y a tres vueltas cuando hay dos, como en las presidenciales.
Y si bien regularmente, desde los partidos políticos, se habla de suprimir las PASO, sobre todo por una cuestión de costos, los electores no las rechazan, todo lo contrario, ya que participan masivamente en las primarias, aunque haya unos puntos más de abstención en estos comicios que en las parlamentarias y presidenciales. Y que no se diga que esto ocurre solo porque el voto es obligatorio, ya que las multas para aquellos que no concurren a los centros de votación son irrisorias. No, los argentinos integraron las PASO a los actos eleccionarios de su agenda, una agenda que respetan haciendo prueba de un civismo notable desde la restauración democrática de 1983, con una participación que no baja del 75% y supera en muchos casos el 80%, cuando viene cayendo en muchos otros países.
Todo esto para decir que estas primarias del 12 de septiembre, sin ser decisivas (en principio, porque no es un voto definitivo), por sus características generales, son importantes. Y hasta que no sean decisivas puede ser matizado, si recordamos las PASO de agosto 2019. La mayoría de las encuestas anunciaban entonces un resultado muy equilibrado, de casi paridad, entre Mauricio Macri y Alberto Fernández. Pero el primero solo obtuvo un 32% y el segundo 16 puntos más! Nadie había imaginado algo así.
Esa noche, cundió el pánico en el búnker de Cambiemos, y una inesperada euforia ganó el del Frente de Todos. Pero las verdaderas consecuencias se vieron al día siguiente, un lunes negro en el que hubo una corrida bursátil y cambiaria terrible para las finanzas y la economía del país, así como para el bolsillo de muchos argentinos. Después hubo explicaciones sobre ese voto tan sorpresivo, y Macri logró remontar para las presidenciales de noviembre, terminando con un decoroso 41% frente al 48% de Fernández. Pero las PASO, que solo debían prefigurar las presidenciales, habían provocado un terremoto.
Cómo incidirá la pandemia? Primero, sin duda con un leve aumento de la abstención.
Es poco probable que ocurra algo así después del 12 de septiembre. Pero este antecedente y el contexto especial, signado por la pandemia, incitan a ser prudentes con los pronósticos. Cómo incidirá la pandemia? Primero, sin duda con un leve aumento de la abstención. Pese a que se abrieron más centros de votación para evitar amontonamientos, es posible que un cierto número de electores elija no desplazarse para evitar un eventual contagio. Por otra parte, generalmente, cuando aumenta la abstención, es más marcada del lado de la oposición, es decir, que si esto ocurre, debería favorecer al oficialismo.
Hay un voto geográfico y social, casi clasista, muy persistente en la Argentina.
Las encuestas serias disponibles indican que existe cierta estabilidad de los caudales electorales de las dos grandes coaliciones, Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Hay un voto geográfico y social, casi clasista, muy persistente en la Argentina. Aunque se pueda modificar por diversos factores –la economía, pero también la calidad de los candidatos, como se vio en el conurbano bonaerense para las elecciones provinciales del 2015 con la victoria de María Eugenia Vidal, y el regreso a cierta normalidad en el 2019, cuando Axel Kiciloff se impuso por más de 15 puntos. Por otra parte, el avance de la vacunación y la mejora de la mayoría de los indicadores macroeconómicos deberían jugar en favor del Gobierno. Pero escándalos como el llamado vacunatorio VIP y el festejo de cumpleaños de la compañera del Presidente en Olivos, en plena cuarentena estricta, podrían ser sancionados en las urnas, incluso por parte del electorado oficialista. Y, si la economía vuelve a crecer, el poder adquisitivo de los argentinos sigue en niveles muy bajos, lo que genera un gran descontento.
Como se sabe, la madre de todas las batallas se da en la provincia de Buenos Aires, donde parece seguro el peronismo/kirchnerismo perderá los 15 puntos de ventaja del 2019. De hecho, sus candidatos afirman ahora que ganar por un punto sería una gran victoria. Para un encuestador serio como Raúl Aragón, la candidata del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz, se impondría con un 33,4% de los votos, contra 32,6% para Juntos, donde Diego Santilli le lleva una amplia ventaja a Facundo Manes. También serio, pero más cercano a la oposición, Jorge Giacobbe anticipa una victoria de Juntos en la provincia, con un 35% contra 32% para el Frente de Todos, lo que sí sería una sorpresa. Ambos encuestadores, y otros, prevén buenos resultados para outsiders como Florencio Randazzo y José Luis Espert. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el panorama es más claro, con una victoria anticipada de Juntos por el Cambio, con cerca de 47% de los votos, sin duda con una elección no tan buena de Vidal sobre Ricardo López Murphy, que parece haber convencido a los electores de Patricia Bullrich, mientras que el Frente de Todos, con Leandro Santoro, llegaría a un excelente 24%, por encima del nivel histórico del peronismo en la capital. Por su parte, el ultraliberal y conservador Javier Milei podría arañar los 10 puntos. Todas estas previsiones con extrema reserva.
Hay un 10% de indecisos, se sabe poco del voto joven, no está claro qué ocurrirá en Córdoba, provincia muy favorable al macrismo, y tampoco en Santa Fe, donde el peronismo, dividido, podría estar en dificultades. Independientemente de los resultados en los principales distritos, la noche del 12 de septiembre será también importante comparar la votación global de cada una de las dos principales formaciones para tener una idea de la relación de fuerzas global entre ellas. Es probable que ambas, así como algunas de las fuerzas nuevas y disidentes, tengan motivos para cantar victoria. Y la única verdadera sorpresa sería que la oposición se imponga de manera contundente en la provincia de Buenos Aires. Un escenario improbable en realidad. Pero ahí sí, podría haber una reacción de los mercados el lunes 13, pero sin duda opuesta a la del 12 de agosto del 2019.
En todo caso, los invito a un nuevo encuentro, después de las PASO, a un nuevo encuentro en el que analizaremos los resultados.
