Por peso político, con medidas de ajuste y un viaje a EEUU, Sergio Massa ganó tiempo. Y el atentado contra Cristina Kirchner no modificó el escenario.
Por Juan Luis Buchet, Corresponsal de Radio Francia Internacional (RFI) y Director Periodístico de Radio Cultura
(01:00) «En la Argentina cambian muchas cosas pero al mismo tiempo no cambia nada. Volvamos al mes de julio, cuando renunció Martín Guzmán, una renuncia obligada por la situación política que lo venía desgastando desde hace mucho. Se desencadenó a partir de ahí una crisis que ya viene de lejos. Luego del efímero paso de Silvina Batakis por el Ministerio de Economía, fue anunciado el superministerio de Sergio Massa. Y el otro hecho que marcó la Argentina fue el inicio del juicio a Cristina Kirchner por supuesta corrupción en obras públicas en la Provincia de Santa Cruz. Aunque los fiscales hayan pedido doce años de prisión, no es una pena ejecutoria porque estamos muy lejos todavía de una sentencia y de su aplicación. Ella se defiende presentándose como víctima de una persecución politico-judicial y recibió el apoyo de prácticamente todo el oficialismo».
(03:20) «Frente a las amenazas de justicia, el oficialismo organizó una movilización con más amenazas de recurrir a la violencia en caso de llegar a una condena firme. Esta escalada llegó al intento de atentado con ella, que derivó en más movilizaciones callejeras y una misa del Frente de Todos en repudio al ataque. Mientras tanto Sergio Massa hizo una gira bastante exitosa en Estados Unidos que quizás traerá algunas soluciones para la economía argentina».
(04:35) «Mártín Guzmán se ve obligado a renunciar porque venía siendo desgastado por el ala kirchnerista del gobierno. Tenía el apoyo del Presidente Fernández y esa renuncia es también una derrota para él. Massa llegó al Ministerio de Economía luego de negociaciones entre él, Cristina y el Presidente, luego de semanas muy complicadas. El corto paso de Silvina Batakis por el ministerio no dio resultados y hasta generó una terrible corrida contra el peso. El dólar blue superó los 300 pesos y el Banco Central se quedó practicamente sin reservas. La llegada de Massa es más aceptada que solicitada de parte de Alberto Fernández, pero se concretó con el otorgamiento de amplios poderes al nuevo ministro. Fernández cedió poco porque tiene muy poco poder. Cristina tuvo que ceder mucho más que él, pero al mismo tiempo se trata de un apoyo calculado, porque está en juego el futuro mismo del Gobierno».
(06:30) «Este nombramiento se inspira en lo que se hizo en Brasil hace muchos años. El país pasaba por una grave crisis económica y políticas cuando se nombró a Fernando Henrique Cardoso para reordenar la economía. Gracias a este trabajo se llegó a soluciones y él mismo sacó redituos ganando elecciones presidenciales. En nuestro caso, Massa no sería candidato para el 2023 pero se puede pensar que quiera serlo en 2027. A pesar de los resultados que pueda lograr con su gestión, va a ser muy difícil que el peronismo -en sus distintas variantes- pueda ganar las elecciones del año que viene. ¿Qué quiere decir que le vaya bien a la Argentina con la gestión de Sergio Massa? Por el momento está haciendo lo mismo que quería hacer Guzmán (y que no le dejaron hacer). Lo logra porque tiene una cintura y un peso político y se ha rodeado de un buen equipo económico. Ha tomado algunas medidas que son de sentido común y que apuntan a un ajuste, mayor incluso que él que proponía Guzmán, con el objetivo principal de cumplir con las metas fiscales que ha pedido del Fondo Monetario para este año».
(09:30) «Por otra parte vemos un intento de reacomodamiento con el sector agro exportador. Los productores de soja venían reteniendo parte de su producción se les ha creado por un tiempo determinado el famoso «dólar soja», un tipo de cambio específico que destrabó la situación y permitió la entrada de varios millones de dólares. Massa llamó también a todos los ministerios para que ajusten sus gastos y no utilicen la totalidad de sus presupuestos. Junto a este reordenamiento, aporta una cuota de confianza. La política en la economía no es una sola cuestión técnica, especialmente en la Argentina. Sergio Massa tiene el margen de maniobra que muestra porque recibe el apoyo explícito -o implícito en muchos casos- de Cristina Fernández de Kirchen. Y es casi gracioso ver cómo hoy los kirchneristas y La Cámpora que denunciaban a Martín Guzmán como un hombre del Fondo Monetario Internacional lo apoyan mientras hace la misma política (incluso de forma más profunda). Lo importante es que este paquete de medidas sirva de alivio para llegar al verano cuando haya menos gastos de importación de gas. El dólar se estabilizó un poco pero estos ajustes no son muestras del plan de austeridad que necesitaría el país. No es una opinión personal. La mayoría de los analistas y expertos, incluso gran parte de la clase política, coincide en la necesidad de un reordenamiento serio de la economía. Pero todos sabemos que un plan de austeridad exige sacrificios y nadie quiere tomar esa responsabilidad por el momento. El gobierno actual parece querer patearlo para sus sucesores y la oposición, que aspira a ganar las próximas elecciones, espera que el Gobierno tenga que realizarlo sin más demoras».
(13:05) «Ese plan de reordenamiento deberá utilizar mejor los enormes recursos que tiene la Argentina, tanto en litio, como en la economía del conocimiento y por supuesto la agroindustria. Es notable como este gobierno, y el peronismo en general, no logra articular una relación correcta con el sector del campo, por razones ideológicas. Es el más dinámico de la economía argentina y él que más divisas puede generar. En lugar de esto, se crean medidas como el dólar soja que hace que los productores del país cobren mucho menos que sus colegas de Paraguay o Brasil. En esto, la acción de Sergio Massa se ve limitada por las resistencias internas a su política. Algunas áreas de Economía siguen en manos de personas muy allegadas al kirchnerismo y no acompañan, por más que su jefa política haya indicado que había que acompañar al Ministro de Economía… Cristina apoya con su silencio la política de Sergio Massa, pero ese silencio puede decir que en algún momento -si fuera necesario- podría tomar distancia».
(15:55) «Quiero agregar otra cuestión respecto a Massa y su viaje a Estados Unidos. Vemos ahí el rol importante que ha jugado el Embajador Jorge Argüello. Ha hecho muchas gestiones interesantes y es un diplomático eficiente. Era candidato para ser canciller cuando fue elegido Alberto Fernández, pero en vez no nombrarlo a él, a un diplómatico de carrera con buenos contactos en los Estados Unidos y particularmente con el FMI, el Gobierno prefirió nombrar primero a Felipe Solá y luego al entoncés Canciller Cafiero. Se demostró una vez más una falta de visión y una supremacia de la ideología y de las amistades políticas sobre la gestión».
(17:30) «Luego de hablar de Massa, hablemos ahora de Cristina Fernández de Kirchner. Empezó el juicio de vialidad, en el cual ella está acusada de corrupción junto con otras once personas. Se llegó a un pedido de condena de doce y el peronismo se ha movilizado de forma bastante violenta, amenazando con disturbios. Ella probablemente tenga un cargo con fueros que la protegerán en las elecciones de 2023. Mientras tanto la movilización sigue y se ha acentuado después del atentado fallido. Ese hecho generó una vasta manifestación de repudio al día siguiente, pero la siguiente sobreactuación del oficialismo y las acusaciones a la oposición y a la prensa intensificaron la grieta y el clima de odio. Se quizo repetir la operación de empatía que se logró luego de la muerte de Néstor Kirchner, cuando se generó un amplio movimiento de apoyo que generó su victoria electoral con el 54 55% de los votos en 2011. Las encuestas demuestran que, si eso hubo un momento que podría haber impulsado una corriente similar, se desvaneció muy pronto por la actual campaña del oficialismo».
(24:00) «Cristina sigue generando un rechazo muy fuerte en gran parte de la ciudadanía que hace difícil pensar que pueda ser candidata a la presidencia en el 2023. Además hay otro factor diferente. La economía estaba mucho mejor en 2011 y se hicieron regalos económicos con fines electorales. De acá al año que viene, será muy difícil, sino imposible, que el gobierno haga regalos. Al contrario la gente se va a empezar a dar cuenta que el ajuste va a ser muy fuerte y que va a tocar también a los sectores que son los que apoyan el oficialismo. La inflación, lejos de bajar, va a continuar muy alto. Este año terminaremos cerca de un 100% y nada indica que el año que viene pueda bajar. Al contrario podría seguir igual o subir aún más. La inflación es negativa para los planes del Gobierno y la gestión de Massa pero al mismo tiempo permite licuar la deuda. Si bien es ambigua a nivel macroeconómico, es una mala noticia para los bolsillos de la gente».
(25:26) «Hemos hablado de Sergio Massa y Cristina Fernández de Kirchner, las dos principales figuras del oficialismo. Alberto Fernández ya no está en escena. Sigue estando pero no cuenta. Y les relató una anécdota personal: recibo, como muchos periodistas, la agenda diaria del presidente y sus ministros; y en su caso, no tiene agenda varios días a la semana. Y cuando tiene, se tratan de eventos muy segundarios… Unas palabras ahora de la oposición, que está a la defensiva. Primero porque el nombramiento de Massa fue una sopresa. Pensaban que el Gobierno iba a chocar de pleno contra un muro. Luego el ataque a Cristina los descolocó, porque los obligó en parte a solidarizarse. Además en la oposición hay muchas divisiones internas y los radicales quieren tener una cuota del poder y no servir unicamente de apoyo al PRO encaso de una victoria electoral. Hay tensiones entre los halcones y las palomas, y entre los presidenciables. Mauricio Macri quiere volver a una carrera en la cual también se aprestan Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y Facundo Manes. Puede haber otros que esten tapados por el momento. Por otra parte está el problema del programa. No sabemos qué programa tendría la oposición si volviera al poder. Sin programas convincentes, la Argentina seguirá con el mismo tipo de problemas que viene sufriendo desde hace mucho tiempo».
