Forum Empresarial 2021

Forum Empresarial 2021: un panorama de la economía argentina

Este panel comparte las opiniones y análisis de tres economistas sobre la compleja situación argentina. Fue presentado durante el XIX° Forum Empresarial de CCI France Argentine, el 9 de noviembre de 2021.

 

Oradores:
Marina Dal Poggetto, Directora Ejecutiva de EstudioEcoGo
Santiago Bulat, economista asociado a Invecq Consulting, Columnista en La Nación y La Nación+
Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de OJF & Asociados
El moderador fue Ricardo Proganó, Director de Finanzas Corporativas de SMS – San Martín, Suárez y Asociados

 

Cómo visualizar las participaciones de cada orador (la referencia de tiempo corresponde al principio de cada intervención):
04:15 – Marina Del Poggetto
14:40 – Santiago Bulat
21:10 – Fausto Spotorno
33: 20 – espacio para debate y preguntas del público.

Marina Dal Poggetto

Si la política no se ordena, que no nos pidan a los economistas como se resuelve este «embrollo». El problema no es técnico aunque obviamente requiere de técnica.  En 2022 se concentran varios pagos de la deuda exterior argentina. 18.000 millones de US$ vencen a lo largo del año, de los cuales entre el FMI y el Club de París hay cerca de 7.000 millones para desembolsar durante el primer trimestre del año próximo. Marzo va a ser un deadline. Se necesita urgentemente un acuerdo con el Fondo para descomprimir estos vencimientos. Si se decide pagar con reservas del Banco Central, vamos hacia un problema financiero grave. Si se decide no pagar, se entra en una zona de atraso con el FMI y no es un camino viable.

Ya no es una cuestión de si habrá o no radicalización, como comentan los politólogos. Se necesita de un programa que descomprima los vencimientos y la principal discusión es «qué programa puedes tener dado que requerís que el gobierno se ordene, que la oposición se ordene y sobre todo que el Fondo apruebe este programa».

La Argentina tiene una inercia inflacionaria cómodamente instalada en torno al 50 % anual; con algunos sectores favorecidos cuyos precios suben bien por encima del 50 % y sectores muy perjudicados cuyos precios están congelados o mirados de cerca por la política. Los otros dos problemas mayores son la brecha cambiaria y la dispersión de precios. La economía tiene un sobrante de pesos (o le falta demanda) que genera un cepo muy rígido, que a su vez genera la brecha cambiaria, que a su vez genera incentivos muy perversos en el funcionamiento de la economía… Los exportadores reciben la mitad del precio de su producción y los importadores son beneficiados. En el medio los precios sufren esta distorsión que es no es otra cosa que una transferencia muy violenta.

Los economistas hacen énfasis en el deterioro del sistema fiscal y la ausencia de una moneda como contracara de este deterioro. La Argentina tuvo históricamente déficits, al igual que el resto de América Latina. En los 90, tuvo un plan que funcionó, pero que no sobrevivió a un escenario de tasas de interés altas, un dólar fortalecido en el mundo y que duró más tiempo del requerido. Tampoco ayudó la devaluación de Brasil en 1999. Luego, la Argentina tuvo todo lo que necesitaba en los años 2000 para estabilizarse con un dólar que se fue devaluando a nivel global y la soja subiendo de precios. Pero los gobiernos priorizaron sistemáticamente el corto plazo. Macri intentó administrar las distorsiones apelando al crédito y terminó mal.

La pregunta hoy es «cómo ordenar el déficit fiscal». Corregirlo implica soltar el dólar y las tarifas. Si sale bien, es un plan de estabilización. Si sale mal es un Rodrigazo. Claramente, el Gobierno va a tentar evitar esta corrección y llegar a un plan gradual.

Santiago Bulat

Las expectativas son factores claves en la economía. Cuando todos pensamos que las cosas van a ir peor, ocurre y es una especie de profecía autocumplida. No es lo mismo ajustar tarifas en un escenario en el cual las expectativas están ancladas y tienen un programa que las respalde que cuando todo esté desanclado y sin programa. Los desajustes permanentes nominales se potencian. Es lo que fue el Rodrigazo.

Es importante anclar expectativas frente a esta falta de programa que hoy existe en la Argentina. No tenemos claro hacia donde vamos. De hecho en el presupuesto, se dice que cerca de 1,8 % del PBI se va a financiar con organismos internacionales. Pero me pregunto ¿quién va a prestar a un país que no tiene acuerdo con el Fondo?

Además, el contexto internacional empieza a ser más hostil. En 2021, el país vio un récord de exportaciones y liquidaciones. Hoy los precios de la soja y del maíz bajaron y los de la energía empiezan a tener impactos mayores. En paralelo, Brasil va devaluando más fuerte. Todo esto nos da a entender que el boom de  commodities que favoreció al país en 2021 no va a repetirse en 2022. Perjudicarán las tasas de intereses, que vemos subir en todo el mundo pero que son congeladas en la Argentina desde marzo de 2020. Es otro de los componentes que influye sobre la falta de expectativas.

En cuanto a los desafíos de corto plazo, no tengo mucho para agregar sobre lo que dijo Marina Dal Poggetto. En términos externos la situación se pone más complicada. Y el equipo económico actual es carente de credibilidad y de poder para enfrentarla. La Argentina llegó a un punto en el cual no puede pedir más ingresos a la sociedad. Alcanzó un límite en cuanto a la recaudación de impuestos, y la pregunta es ¿cuánto se puede hacer para el año que viene? La situación deja augurar que se transitará un sendero de déficit fiscal en 2022; un año que será más complicado, con una actividad económica que se va recuperando muy poco y devaluaciones más fuertes de lo que se venía haciendo hasta ahora.

Fausto Spotorno

El Gobierno se financia con el Banco Central, por medio de emisión monetaria. Pero en el medio hay un instrumento que se llama Adelantos Transitorios. Es un préstamo que el ejecutivo recibe del BCRA. Tiene un límite, que se va a alcanzar a fin de este año. En teoría, a partir de enero de 2022, el banco no podría dar más adelantos transitorios al Gobierno. Se inventaron otros instrumentos para pasar dinero sin entrar en este mecanismo. Pero el déficit supera ampliamente el margen que otorga. Para poder transferir recursos el año que viene, es mejor que se devalúe el peso este año; para generar una utilidad «mentirosa».

Se vienen vencimientos con el FMI y el Club de París. Son enormes y no se pueden pagar los del primer trimestre de 2022 por falta de dinero. O se llega a un acuerdo o el dólar se dispara. Sin acuerdo, entramos en un escenario ridículo. Nadie en el país querrá tener más pesos y la emisión monetaria no habrá solucionado ningún problema. Este escenario de conflicto total es sin embargo poco probable. Me parece que más bien se va a tratar de llegar a un acuerdo con el Fondo, con toda la dificultad que esto tiene. El presupuesto para 2022 presenta muchas falencias y quiere hacer creer que soluciona los desajustes con la eliminación de los subsidios a la energía. Pero hay que tener en cuenta que el costo de producir energía en la Argentina subió al 100 % durante el último año. El puesto de los subsidios energéticos en el presupuesto 2021 fue estimado en 1,4 % del PBI y terminará en 2.8 % a fin de año. Es 100 % más de lo previsto.

Entonces hay que bajar otros rubros del gasto para ajustar el déficit. Los planes sociales de pandemia, por ejemplo, mueren a partir del 15 de noviembre. Veremos si no hay otros ajustes sobre otros subsidios. No descarto aumentos de impuestos. No sé donde los van a meter porque ya hay tantos. El ajuste será en todo caso muy heterodoxo, con segmentaciones.

El tema que más me preocupa es el BCRA. Este año el déficit primario va a ser de 3.8 % del PBI, + 1,5 de intereses. Pero el Banco Central terminará con déficit cuasi fiscal de 3,5 puntos. En total hablamos de un déficit que está entre 8,5 y 9 puntos del PBI. Y todo esto se financia con emisión monetaria o con más LELIQs  y más pases, pateando el problema para adelante. El déficit va a surgir en las negociaciones con el Fondo Monetario. Ya lo planteó a Macri con las LEBACs, que eran un problema mucho menor en su momento porque el BCRA tenía reservas. Ahora es todo deuda. Me imagino que aun así, el acuerdo va a cerrarse.

Finalmente, pienso que el año que viene tendremos un escenario de ajustes para lograr un acuerdo con el FMI. Serán ajustes raros y no definitivos. Serán acompañados un incremento de la actividad económica, que va a poder rebotar por el simple hecho que no habrá ninguna restricción por la pandemia. Por lo menos el turismo va a funcionar y algunas industrias va a recomponerse. La economía se desplomó desde el 2017 y tiene mucho espacio para recomponerse sin inversiones. El PBI per cápita cayó un 20 % entre 2011 y la actualidad.

La recuperación será limitada por los ajustes, por las restricciones a las importaciones y por la falta de créditos (el crédito cayó en la Argentina 45 % en términos reales a lo largo de los últimos tres años).

Para la organización de este Forum, CCI France Argentine agradece a: