La vacunación contra la gripe es la mejor manera de protegerse contra la enfermedad y de reducir el riesgo de posibles complicaciones.
Se prevé que este año, debido a la disminución de las restricciones de aislamiento social, la temporada de gripe pueda ser más activa que la del año pasado, ya que
luego de 2 años con muy poca circulación del virus de la influenza, la población podría estar más susceptible. Asimismo, los expertos estiman un nivel más bajo de inmunidad colectiva contra la gripe debido a la falta de exposición al virus de influenza en 2021 y al descenso en las coberturas de vacunación, lo que podría resultar en un aumento en los casos de gripe.
Los especialistas indican que es mejor vacunarse antes de que el virus de la gripe comience a propagarse en la población y que el mejor momento es previo a la llegada del invierno.
La vacuna contra la gripe se puede recibir simultáneamente con cualquier otra vacuna, incluso con la vacuna contra el COVID-19. Es decir que pueden aplicarse ambas vacunas el mismo día o en días diferentes sin necesidad de esperar intervalo.
La vacunación es la mejor medida de prevención para reducir el riesgo de contraer la gripe estacional y evitar sus complicaciones potencialmente graves, hospitalizaciones e incluso la muerte. La vacuna antigripal debe recibirse todos los años debido a que los virus de la gripe cambian. La Organización Mundial de la Salud establece la composición de la vacuna en base a los virus de mayor circulación en la temporada anterior.
El Ministerio de Salud publicó una actualización epidemiológica por la circulación adelantada de casos de influenza A(H3N2). En cuanto a la distribución de los casos positivos de influenza por grupo de edad, se han detectado casos en todos los grupos y el mayor número de casos se detecta en niños menores de 5 años en
primer lugar y adultos entre 25-34 años en segundo lugar.
Riesgo de co-infección por Covid-19 e influenza
Si bien desde el inicio de la pandemia los expertos alertaron que es posible que una persona se contagie de ambos virus a la vez, las estrictas medidas de prevención
que prevalecieron con la pandemia hace un año evitaron en gran medida estos casos, ya que la circulación de varios virus disminuyó. Sin embargo, ahora que hay
mayor circulación de personas, es posible que se presenten más casos de co-infección (influenza y Covid-19) y que cause una enfermedad más prolongada. Por este motivo es importante estar protegido contra ambas enfermedades.
¿Quiénes deben vacunarse?
Todas las personas a partir de los 6 meses de edad pueden vacunarse contra la gripe todos los años para estar protegidos. La vacunación antigripal es particularmente importante en aquellas personas que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones graves como consecuencia de la gripe: personal de salud mayores de 65 años, bebés y niños de entre 6 y 24 meses, embarazadas y puérperas, personas de 2 a 64 años con factores de riesgo tales como obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias, enfermedades cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos, trasplantados y/o personas con insuficiencia renal crónica en diálisis, infección por VIH, entre otros, y personal estratégico. También cabe destacar la importancia de la vacunación antigripal en
las personas del entorno de los pacientes de riesgo para evitar el contagio, tales como convivientes, familiares, acompañantes, entre otros.
Los niños entre los 6 meses y 9 años que se vacunan por primera vez contra la gripe deben recibir dos dosis con un intervalo mínimo de 4 semanas entre la primera y la segunda. Los menores de 9 años que hayan recibido dos dosis de vacuna antigripal anteriormente, deberán recibir solamente una dosis.
Vacunación en empresas
En el ámbito laboral, la vacunación es la herramienta más costo-efectiva para reducir el riesgo de contagio y transmisión la enfermedad, protegiendo así a los propios trabajadores. La vacunación antigripal es también percibida como un beneficio clave por los empleados y sus familias.
Vacunar en el lugar de trabajo también permite que los empleados ahorren tiempo y recursos al no tener que desplazarse a otro lugar, también contribuye a desarrollar una imagen de “empresa saludable”, es decir, reconocer que la empresa es un espacio seguro y saludable, promoviendo la salud de sus trabajadores.
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