Administración y Finanzas Videos

Escenarios globales y la economía argentina postelectoral

Juan Miguel Massot, director del Instituto de Investigación de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la USAL, analiza el impacto de los cambios geopolíticos y geoeconómicos en la economía argentina y aporta respuestas para la toma de decisiones empresariales y la mitigación de los efectos de los riesgos económicos importantes y de difícil gestión. Fue durante un webinar organizado el 21 de marzo de 2024 por la Comisión Administración y Finanzas.

Juan Miguel Massot es Doctor en Ciencias Económicas (Universidad de Buenos Aires, UBA), doctorando en Ciencias Política (Universidad del Salvador, USAL), Master in Financial Economics (Universidad de Londres), Master en Economía y Programa en Políticas Públicas (Instituto Di Tella), Master en Economía (UB) y cuenta con estudios de Posgrado en Historia (Universidad Di Tella). Es además Contador Público Nacional (Universidad Nacional del Litoral). Es Profesor de grado en la USAL y de posgrado en la UBA, Universidad Austral, Universidad de la Defensa Nacional, entre otras. Ha sido Asesor Económico de la Delegación de la Comisión Europea en Argentina, consultor de organismos internacionales, gobiernos y del sector privado. Autor de libros, artículos científicos y de divulgación en temas de su especialidad.

(03:55) «La idea del día de hoy es conversar sobre la economía argentina desde una mirada global, llegando a lo que ha ido ocurriendo en la Argentina en los últimos meses y las perspectivas para el país en esta situación de la economía internacional. Nos formulamos muchas preguntas sobre economía argentina y hemos elegido dos:
-Dónde estamos parados y por qué, cómo llegamos acá
-Qué podemos esperar del programa económico en marcha».

(04:54) «El contexto global: a grandes rasgos, tenemos una inflación que comienza a descender, aunque aún los bancos centrales se encuentran trabajando en que eso se vuelva a completar. Tasas de interés reales elevadas implican perspectivas de menor crecimiento;  reducción de ingresos reales, tensiones sociales; dudas por mercados financieros tonificados o eufóricos; desafío en desempleo y fragmentación / exclusión; evitar mayor empobrecimiento y desigualdad a largo plazo; preocupación por los altos niveles de deuda pública y privada; y desafío sobre la transición energética y otros acuerdos ambientales».

(08:57) «Los riesgos extraeconómicos son los siguientes: competencia tecnológica, sostenidas tensiones militares, secuelas de la pandemia, consecuencias inciertas generadas por el conflicto entre Rusia y Ucrania, crisis logísticas (pandemia, Canal de Suez y de Panamá, Mar Rojo, Estrechos de Ormuz y de Malaca), abastecimiento de productos críticos y revueltas, terrorismo y guerras en el Sahel, Medio Oriente, Etiopía, Eritrea o Sudán.

(11:29) «Estamos presenciando un mundo más riesgoso, no sabemos hasta dónde estos eventos pueden impactar. Los escenarios económicos son menos promisorios y en la última década se ha ido profundizando una menor aprobación de las democracias. Notamos una incipiente desglobalización, con mayores presupuestos destinados a las relocalizaciones, a los gastos militares y el desarrollo de la tecnología. Hay un sesgo hacia presidencias fuertes y autocracias, democracias directas y populismo, nacionalismos y xenofobia. «Halcones» y «señores de la guerra».

¿Cuál es la situación de  la Argentina en este contexto?

(14:39) «La Argentina, como pasa con Uruguay o Chile, está muy lejos de las tensiones militares. En estas circunstancias a veces tenemos una ventaja: estamos lejos de esos conflictos militares a menos que se generen internamente. Somos autosuficientes en todos los materiales críticos, es cuestión de invertir y ponerse a producir. Hay pocas regiones totalmente autosuficientes: una es Norteamérica, otra es Rusia, otra es Australia y otra es la Argentina. El resto de los países tienen algún tipo de vulnerabilidad en estos aspectos, independientemente de que siempre el nivel de vida va a caer. Tenemos una población entrenada, una democracia estable. El principal problema realmente que tenemos es el problema macroeconómico, tener reglas claras para el ahorro y la inversión privada. Por lo tanto el balance es positivo; lo que tenemos es más bien una vulnerabilidad por problemas de ciclo de commodities o de tasas de interés internacional por el endeudamiento público y privado. La confianza de los mercados en la deuda pública argentina no es muy elevada».

(17:13) «Dos variables clave para entender cómo la economía mundial ha ido acompañando positivamente en las últimas décadas la economía argentina. El boom realmente ocurre a partir de la crisis del 2009. Por otro lado la tasa de crecimiento es alta en términos históricos, básicamente por el boom asiático. Otras dos variables importantes: el Dow Jones y la evolución de la tasa de la Reserva Federal. Cuando vemos un índice sintético de condiciones internacionales para la Argentina nos encontramos con niveles sumamente elevados en términos históricos. A lo largo de estos 15 años la Argentina ha gozado de condiciones internacionales espectaculares. Es cierto que la financiera no la hemos podido aprovechar debido a la situación de nuestra deuda pública y de circunstancias que han ido variando a lo largo del tiempo».

Economía electoral, ¿cómo llegamos a las elecciones con la economía?

(21:21) «Con los culpables de siempre: por un lado lo estructural, problemas de regulaciones e intervenciones ineficientes, y servicios estatales en algunos casos de baja calidad, lo cual conduce a una reducción de la competitividad. Por otro lado el corto plazo, una monetización exorbitante del déficit fiscal. Lo positivo de de toda esta situación eh compleja era que se partía de una democracia fuerte, nadie esperaba un problema electoral en el sentido de fraude más allá de las tensiones propias de los partidos, sino que iban a ser limpios. Otro elemento positivo que tiene economía argentina es una fuerte recuperación de corto plazo».

(23:35) «Luego de la pandemia vemos cómo el crecimiento de la economía se desploma y vuela la tasa de inflación, derivado de un plan macroeconómico que no era consistente pero que tenía un objetivo claramente electoral. En la economía argentina, luego del Covid, encontramos un nivel bajísimo de condiciones macroeconómicas, condiciones macroeconómicas pésimas diríamos para lo que es la historia argentina».

(25:12) «La situación preelectoral era una situación mala desde lo estructural, mala desde lo macroeconómico, pero sabiendo que lo subyacente eran notables oportunidades de negocio, dado el clima internacional y un montón de otros elementos positivos que son estructurales de la Argentina pero que no se podían aprovechar. Voy a hacer algunas comparaciones macroeconómicas. El tamaño del sector público argentino es muy elevado, estamos en el orden del 40-45 del PBI, algo que no se ve desde mucho tiempo. Uruguay también tiene un crecimiento debido a las demandas sociales, pero hay una brecha de unos 15 puntos».

(27:14) «En cuanto a la emisión monetaria: vemos cómo Uruguay ha ido decreciendo, con variaciones debidas a cuestiones electorales. En el caso argentino ha ido creciendo el financiamiento monetario, primero las Lebac, luego las Leliq. La primera consecuencia es la tasa de inflación, que en Uruguay se mantiene baja y en Argentina crece. Dato de crecimiento: Argentina mantenía un liderazgo desde los años 70 y en los últimos tiempos hubo una convergencia y Uruguay nos sobrepasa en PBI per cápita y poder adquisitivo. No solo crecimos menos, sino ha sido mucho más volátil y eso resta bienestar y genera expectativas negativas».

(29:16) «Las condiciones políticas y los resultados:
1. Se percibía un clima social para un cambio de orientación económico.
2. Partidos de siempre + un outsider sin partido.
Consenso: ganaría un opositor, apuesta Rodríguez Larreta.
Resultados cuyos efectos «telúricos» persisten.
Secuencia de sorpresas: a) primarias: gana Bullrich a Rodríguez Larreta; b) Primera vuelta: Massa y Milei, con ballotage; c) Ballotage: Milei.
Todo lo inesperado se dio en lo político, y esto habla de la buena calidad que tiene todavía la política argentina, la política en cuanto a sistema institucional. Hubo sorpresas de todo tipo, que no era lo que los políticos y otros analistas esperaban un año atrás».

(32:19) «El mapa de la primera vuelta: se tiñó de violeta, se votó a un presidente sin presencia territorial. Esto fue una bomba sobre el mapa político, que todavía hoy no digerimos porque va a un shock en lo económico. Había una falta de confianza en que los actores de siempre pudieran hacer un cambio radical; el único que podía parecer hacerlo era alguien totalmente outsider, disruptivo. Este sesgo hacia los liderazgos fuertes y disruptivos es algo global y ocurrió en Argentina también. Esto no nos debe llamar a la confusión, hay más continuidades que cambios y el mismo gabinete nacional tiene muchos funcionarios que han sido funcionarios en otro momento».

(34:57) «El programa disruptivo de Milei: era un programa que se suponía de shock y no gradualismo; más o menos se conocía porque el primer pilar era lo que se pretendía hacer el primer año: reforma fiscal, laboral, desregulación económica, reforma monetaria en dos etapas. Y por supuesto la renegociación con el Fondo Monetario. Luego otros pilares: reforma del sistema de jubilación, de educación, de salud, cambios en las relaciones fiscales con las provincias, reformas estructurales y de largo plazo».

(36:50) «Aparece un DNU con casi 200 artículos, con un montón de reformas. no solo del primer pilar, sino también del segundo y tercero. Y la Ley Bases, con unos 600 artículos que completaban otra parte de estas reformas. Esto fue un supershock de tipo legislativo, institucional y de reformas que atendían cuestiones de corto plazo. de mediano y de largo plazo. Además el shock macroeconómico:
-Apretón monetario
-Devaluación y sistema de crawling peg
-Brutal ajuste fiscal
-Liberalización de precios: bienes y servicios, ajuste de tarifas (con excepciones)».

(40:25) «Resultados, análisis y perspectivas:
-Fracaso del shock legislativo: caída de la Ley Bases y puesta en duda del DNU, pero no significa el fin de la historia.
-Salto de la tasa de inflación: 25,5% (dic), 20,6% (ene) y 13,2% (feb) = 71%.
Se espera que siga bajando (recesión, dólar estable), pero vienen más ajustes de tarifas, salarios, etc.
¿Se sobreajustaron algunos precios? Caro frente a Europa y EEUU (hay algunos ganadores)
El anclaje cambiario como tema de discusión.
Otro aspecto es el equilibrio fiscal, que se hizo pisando los gastos y desarticulando algunas áreas. Se sabe que no es sostenible. El tema es cómo se va a mantener ese superávit fiscal. Se está pensando de nuevo en el impuesto a las ganancias».

(44:51) «Uno tendría que esperar que la presión tributaria no pueda bajarse tan rápidamente; se bajará en la medida en que el gasto público pueda converger a una relación del 30 % del PIB. El FMI advirtió sobre el impacto social».

(46:03) «Lo positivo es el haber evitado la hiper y la mejora drástica del balance del Banco Central, que va a continuar. Se ha resuelto rápidamente de una manera notable. La gente está aguantando, no se sabe cuánto».

(48:02) «Vemos que el tema precios relativos no está resuelto: este es un tema que preocupa, los aumentos fueron disímiles. Veníamos de precios relativos complicados y esto tampoco lo ha resuelto hasta el momento al menos».

(51:58) «Estado de situación
-Estamos en un período de transición
-Pasaron 100 días
-El ajuste y el impacto social continuarán por varios meses (¿paciencia?)
-Resultado final = gestión (bajo control) + azar (fuera de control)
-¿Qué se mirará?
-Urgente: inflación + ingresos reales + dólares (+ cepo)
-Importante: inversión real (empresarios hundiendo capital) + volumen de exportaciones + menores salidas de capitales».

A manera de conclusión

(57:09) «Lo internacional no va a jugar en contra; pero no hay que esperar viento de cola. ¿Trump generarará un aporte «especial»?
No se salió de la crisis, todo empeoró, excepto la imagen presidencial y la propaganda.
Instrumentos contundentes para lo urgente: apretón monetario y fiscal.
Lo importante está «en veremos». Las reformas estructurales (tributarias, regulaciones, etc), el cambio de régimen monetario = inversión privada.
«Ruidos» del propio gobierno: tema funcionarios-comunicación, intervención en precios de supermercados y otros.
Las perspectivas a corto plazo son con reserva».

 

Print Friendly, PDF & Email

Suscribite a nuestro Newsletter