El fundador de la ONG cuenta como trabaja con comunidades originarias del chaco salteño y asentamientos en Mendoza para prevenir la desnutrición infantil y mejorar las vidas de sus familias.
(00:25) «Pata Pila es una ONG que trabaja desde el 2015 con las comunidades originarias guarani y wichi del norte de la provincia de Salta. Durante estos años aportamos nuestro grano de arena para aportar soluciones a una realidad social que tiene muchos déficits. Nos involucramos con equipos de profesionales (nutricionistas, psicopedagogos, trabajadores sociales, pediatras, etc.) y con estructuras que llamamos centros. Hoy tenemos seis centros en Salta y otro más en Mendoza, donde se ataca la desnutrición infantil. Trabajamos personas con personas, para acompañar a las familias, viviendo en las mismas comunidades para detectar mejor los casos de desnutrición. Así se resuelven todas las cuestiones en torno a un niño desnutrido».
(02:50) «También trabajamos con la documentación y legalización de las familias. Para que puedan acceder al derecho de la identidad, tener un DNI y aplicar a planes sociales (que muchas veces en las comunidades originarias es el 90 % de los ingresos de las familias). También nos enfocamos sobre el acceso al agua, invirtiendo en pozos de agua o en purificadores».
(04:00) «Pata Pila ayuda a las comunidades en acceder a la salud e integrar a las familias en el sistema sanitario. Los equipos que viven dentro de las comunidades, detectan los casos y aportan soluciones con equipo multidisciplinarios junto a las instituciones locales y provinciales».
(05:20) «La ONG empezó cuando me fui a vivir en una comunidad guaraní de la región de Tartagal, en el norte de Salta. Trabajamos a partir de esta experiencia para armar Pata Pila de manera transparente. Hoy atendemos a más de 70 comunidades en el noreste salteño y dos asentamientos de Mendoza. Somos más 75 personas que trabajan a tiempo completo y reciben sueldos de Pata Pila. Estamos full time y full life enfocados en esta causa. Además, contamos con más de 50 voluntarios en los seis centros. Estos lugares tienen cada uno su casa, donde ellos pueden pasar estadías de unos meses a varios años. Cada centro tiene su propio vehículo que recorre unos 1.200 kms por semana para visitar las comunidades que le han sido asignadas».
(08:12) «Pensamos que la desnutrición infantil tiene que tener una mirada integral y no se entiende solo con un plato de comida. Se soluciona desde la lactancia materna, desde una alimentación de calidad. Hay que abordar también el desarrollo cognitivo y el desarrollo temprano de los niños. La clave del éxito que tiene Pata Pila en el trabajo comunitario tiene que ver con lo vocacional, la humanidad (no nos creemos nunca los salvadores de la gente, sino que tenemos mucha empatía y nos acercamos con intérpretes) y con la dinámica de trabajo que abarca tanto el niño como su familia y los caciques de cada comunidad».
(11:05) «Pata Pila acompaña un proceso que es histórico en la región. El Gran Chaco americano es más que nunca protegido y es el segundo pulmón verde del continente. Las comunidades cumplen un papel esencial para cuidar el bosque y los ríos. Todo es posible gracias a las empresas que aportan fondos o conocimientos, que donan productos o tiempo para poder acompañar. También tejemos alianzas. Hace tiempo que recibimos el apoyo de la Unión Europea. Es así que llegué a contactarme con la Embajada de Francia y CCI France Argentine. Queremos compartir todo lo que realizamos por medio de un webinar para todos los socios y amigos de la cámara».
Más datos en www.patapila.org.ar.