Chandon Argentina proyecta crecer un 12% a lo largo de 2021. En parte gracias a productos innovadores que se exportan a todo el mundo, Francia incluida.
Tomó cinco años en desarrollarse y creó una nueva categoría, la de espumoso bitter. Y, dos años después de su lanzamiento, que fue en marzo de 2019, el Chandon Apéritif ya se exporta a los Estados Unidos y a algunos países de Europa como el Reino Unido, Italia y Austria. Pero el gran hito, según Gustavo Perosio, número uno de Moët Hennessy en la Argentina, es haber llegado a Francia.
«Esta nueva variedad se desarrolló totalmente en la Argentina para el gusto local. Pero lo probaron nuestros enólogos de otros países y les pareció que podía gustar en otros mercado», explicó Perosio, quien detalló que la compañía tiene previsto que cada producto se venda desde el lugar en donde surgió la idea.
En charla con El Cronista el día en que la firma presentó la nueva imagen visual de todo su portafolio, Perosio describió por qué la apuesta de Chandon al Apéritif es fuerte.
Mientras que, en 2020 fue, junto al Délice y al Rosé, uno de los tres productos que salvaron el año frente a la caída del clásico Extra Brut, también está previsto que sea una de las estrellas del crecimiento de las exportaciones de la filial local, que hoy hace envíos al exterior del 20% de su producción y planea, con el espumante macerado en naranjas y hierbas, duplicarlos durante el primer año. Se va a exportar tres o cuatro veces lo que se consume en el país, apuntó.
«En la Argentina, no se acostumbraba a tomar un aperitivo con burbujas y, en Europa, lo toman más como un espumoso de verano y hacen hincapié en la naranja y en que sea 100% natural», comparó el ejecutivo de la bodega que, hoy, tiene el 30% del mercado doméstico de espumantes, una categoría que creció un 106% entre 2005 y 2015, año en que llegó a su pico -46 millones de litros- y, luego, comenzó a caer.
«Hoy, estamos en los niveles de 2009-2010», señaló Perosio, quien explicó que el crecimiento de los aperitivos como productos venía de antes y Chandon, con su Apéritif, se subió a esa tendencia.
El año del consumo in-house
A pesar de una caída del consumo de espumantes del 15%, Chandon logró, en 2020, mantener los niveles de 2019. Y, en los tres meses que van de 2021, ya modificó su previsión de crecimiento, que pasó a ser del 12 por ciento.
«No cancelamos ningún proyecto. Ni siquiera, retrasamos el lanzamiento de la nueva imagen. Al contrario, los productos con las nuevas etiquetas tuvieron que llegar antes a las góndolas por falta de stock», indicó Perosio.
Con la cuarentena, las «ocasiones de consumo» de espumantes cambiaron y pasaron de los restaurantes, bares y hoteles a las casas en festejos íntimos y de a pocos. De ahí, la caída del Extra brut (un 6%), que Chandon pudo compensar con Délice, que creció un 40%, Apéritif y Rosé.
«También, hubo un cambio en los formatos. Tuvimos que variar la botella de 750 mililitros por la de formatos más chicos, el de 187 y la de 375 ml, que, a la vez, dieron la oportunidad de probar otros espumantes», detalló Perosio, quien no cree en la canibalización entre variedades. «El miedo atenta contra la innovación», aseguró.
La nueva imagen, que requirió una inversión de 1,5 millones de euros en una nueva etiquetadora, «refleja de modernidad pero, a la vez, elegancia, honra el pasado, pero mira hacia el futuro», sintetizó el ejecutivo.
Más datos en www.chandon.com.ar
Nota de Juliana Monferrán, publicada en El Cronista el 27 de abril de 2021.