En el Día Internacional contra el Cambio Climático, la vicepresidenta de Thales para el continente nos recuerda como las nuevas tecnologías como la IA o la Biometría y la transformación digital impulsan prácticas más éticas.
Por Nadia González Ernould
vicepresidenta de Thales para América Latina
El cambio climático es hoy uno de los temas clave de la agenda mundial. Este fenómeno ha dejado de ser una simple teoría para convertirse en un problema que afecta a los países de todos los continentes, perturbando las economías nacionales y afectando la vida de miles de personas que a diario tienen que hacer frente a los eventos climáticos que cada vez se han vuelto más violentos y extremos. Por ello, grandes y pequeñas empresas incluyen entre sus estrategias acciones que ayuden a hacer frente a este fenómeno, con miras a evitar un incremento en la temperatura global mayor a 1.5º C para los próximos años.
El Día Internacional contra el Cambio Climático, establecido el 24 de octubre de cada año, es una oportunidad para hacer conciencia del reto que implica cuidar que cada una de las actividades que realicemos no contribuya al calentamiento global. A medida en que las nuevas tecnologías como la IA o la Biometría se vuelven más poderosas, la transformación digital está impulsando la demanda de un mayor compromiso con las prácticas éticas.
Camino hacia una meta de “Cero emisiones netas”
Thales ha fijado lograr “cero emisiones netas” en sus actividades operativas para el año de 2040, para lo cual espera lograr una reducción de 35 % en el año 2023, de 50 % al llegar a 2030 y finalmente lograr el “cero neto” para el año 2040. Además, procura extender sus objetivos a los servicios que ofrece, como el de la aviación civil, mediante la optimización de la operación de aeronaves y sus sistemas de gestión de
vuelo (FMS) que buscan reducir las emisiones de CO₂ entre 10 y 15 % o en más de 100 millones de toneladas de CO₂ para el año 2040.
IA al servicio de la eficiencia energética y observación atmosférica
El grupo francés ha sumado importantes aportes para ayudar a la observación de la Tierra. De esta manera, Thales Alenia Space ha sido seleccionada para cinco de las seis misiones previstas para los próximos años en el Programa Copernicus de motorización
del clima y observación de la Tierra.
Por otra parte, participa mediante la inclusión de instrumentos de desarrollo para medir la cantidad de CO₂ atmosférico causado por la actividad humana, permitiendo determinar los tipos de emisiones con una precisión sin precedentes, así como también los peaks de
contaminación. La compañía también trabaja en el desarrollo de la IA “Frugal”, basado en algoritmos que solo requieren pequeñas cantidades de energía como parte integral del diseño de arquitecturas de red neural.
Tecnología cuántica con una visión verde
El desarrollo de las tecnologías cuánticas (sensores, comunicaciones y criptografía post-cuántica), ofrecerá ganancias significativas en el desempeño ambiental, gracias a la evolución de los sensores, como las antenas, para aumentar su rendimiento en un factor de 10 (y hasta 1.000) con un factor de forma significativamente más pequeño.
Asimismo, generar diseños ecológicos es otra de las metas que las empresas tienen en su norte. Por ejemplo, Thales promueve activamente sus tarjetas inteligentes de diseño ecológico, que se espera que representen el 35 % de todas sus ventas de tarjetas inteligentes en 2025. De esta manera, queda en evidencia que el desarrollo tecnológico puede ser aliado frente a la lucha contra el cambio climático, permitiendo incluso revertir sus efectos durante la primera mitad del siglo XXI.
Más datos en www.thalesgroup.com.