El delta es un destino poco conocido internacionalmente, pero que maravilla a los viajeros que buscan naturaleza. La agencia Lihue Expediciones le dedica salidas de días completos y estadías de 2 o 3 noches.
¿Qué encuentran quienes se aventuran a explorar por primera vez el delta del Paraná? Sorpresa, primero. Cuesta entender la maravilla natural que se está descubriendo. ¿Sin autos y sin puentes? ¿Cómo, entonces? Un mundo que se mueve con lanchas colectivas, lanchas almacén, lancha escolar, puentes peatonales ¡y mucho más!
Un delta vivo, que gana terreno sobre el río de la Plata
Islas en formación y deshabitadas, islas habitadas, islas de fin de semana, artistas, artesanos y mucha naturaleza. El agua es marrón, ¿está sucia? No, es el limo en suspensión que decanta y genera un banco de sedimentos al cual luego llega el junco. Luego se asientan más plantas y finalmente árboles para terminar de formar una nueva isla.
El delta del Paraná es una formación única en el mundo. Dos ríos, el Paraná y el Uruguay se unen en un gran delta que da lugar al Río de la Plata y este a su vez desemboca al mar en forma de estuario. El delta que se mantiene vivo no solo por el movimiento de su gente y de su naturaleza sino por la constante formación de islas, fenómeno que se produce por el arrastre de sedimentos. Creó un laberinto de ríos y arroyos que invitan a ser explorados. Más de 100 especies de aves y multitud de plantas acuáticas.
Naturaleza virgen y horizonte infinito en las puertas de Buenos Aires
Hay mucho por descubrir y explorar alrededor de este magnífico ecosistema. Lo ideal es recorrerlo en barco. Lihue Expediciones propone conocer la Chata Afrodita, una embarcación de madera típica del delta. Antiguamente, se utilizaban embarcaciones de madera para el transporte de los productos a las islas (frutas, combustible, madera), pero fueron dejadas de lado con el tiempo por otras más modernas. Afrodita tuvo la suerte de ser reconvertida en barco de paseo.
Desde su cubierta se descubren los clubes de remo, el Mercado de Frutos, el Museo de Arte de Tigre, la desembocadura del Río Paraná, y se puede experimentar lo que es pasar una noche a bordo. El paseo clásico es de 4 horas. Se recorren los principales ríos de la primera sección, hasta encontrar un buen lugar donde tirar el ancla y almorzar un rico asado. Luego se puede salir en Kayak o nadar en el río.
La historia de la Chata Afrodita
Fue construida en 1952 en el astillero Vigiolli. Su casco es de lapacho y la cubierta de madera de viraro de 2”. En sus comienzos se dedicaba al transporte de
barriles para una destilería entre San Fernando y Campana. Luego de una década fue adquirida por una familia para el traslado de madera desde el delta del Paraná al puerto de frutos. Por su fondo plano es ideal para navegar los ríos y arroyos pocos profundos, de allí su nombre popular “chata palera”.
En los años 1990 fue reciclada como barco de ocio, incorporando cabina, baños y parrilla. Más tarde fue restaurada y reacondicionada, respetando su espíritu de origen y manteniendo los detalles de una chata del delta, para seguir surcando los ríos del delta por mucho tiempo más.
Más datos y reservas al mail viajes@lihue-expediciones.com.ar.
Fotos: Lihue Expediciones & Florian von der Fecht
