La estancia santacruceña fue fundada a principios del siglo XX a orillas de uno de los brazos del Lago Argentino. Es uno de los destinos patagónicos que promueve la agencia Lihue Expediciones.
El Calafate, un destino relacionado hoy al turismo, tuvo sus orígenes con la actividad rural. Grandes estancias se fundaron en la zona dedicadas principalmente a la producción ovina, formando así la ancha provincia que es hoy, tras un proyecto político de colonización y población de la Patagonia. Gracias a Lihue Expediciones es posible internarse en la vida de esa estancia emblemática de la historia del extremo sur de la Patagonia.
Un poco de historia
Nibepo Aike es una de las estancias de más fácil acceso gracias a su relativa cercanía con El Calafate. Su historia está íntimamente ligada con la del PN Los Glaciares. Santiago Peso, inmigrante yugoslavo, llegó a Argentina, a principios del siglo XX y se instaló en tierras fiscales ubicadas a orillas del brazo sur del Lago Argentino, dentro del actual Parque Nacional. En 1924, durante un viaje a Río Gallegos conoce a María Martinic, croata como él. Se casaron en 1925 y tuvieron cuatro hijos. Como la mayoría de los pioneros que poblaron la Patagonia, don Santiago fue un hombre de gran amor y respeto por la tierra y un asiduo trabajador. Construyó tres puestos que siguen siendo utilizados en la actualidad para la actividad de campo y el turismo. Instaló 53 kilómetros de alambrado para delimitar potreros y edificó el casco principal de la estancia, que llamó La Jerónima. El edificio funciona actualmente como hostería.
Fue un complejo desafío construirlo en ese entonces. Se tuvieron que transportar todos los materiales a lomo de caballo y en carros tirados por bueyes a través de una estepa infinita, vadeando ríos e internándose en la cordillera de los Andes. Cuando falleció Peso, su esposa se hizo cargo de la administración de la estancia a pesar de no hablar español. En 1942 María Martinic compró todas las acciones de la empresa y quedó como única propietaria. Fue ella quién cambió el nombre de La
Jerónima para Nibepo Aike (Nibepo por los apodos de sus tres hijas Nini, Bebe y Porota y Aike, lugar en lengua tehuelche).
Durante parte del siglo XX, la estancia fue conectada con Río Gallegos por carretas, tiradas por 18 caballos y mulas. Era una expedición compleja en la cual cada día podía traer sus sorpresas y sus riesgos. En la era del Internet, de los aviones y el asfalto es casi imposible ponerse en el lugar de estos pioneros que fueron parte de la historia de estas zonas remotas, que deslumbran a los visitantes por su increíble naturaleza.
Los fundadores de la estancia dejaron un legado que perdura desde hace más de cien años. Hoy en día la estancia permanece en mano de la familia y es Adolfo Jansma, nieto de Santiago Peso quien está a cargo de la producción vacuna de la estancia y de la parte de turismo. Porque Nibepo Aike fue también pionera en sumar e integrar las visitas a su rutina productiva, hace ya más de tres décadas.
Abrió sus tranqueras a visitantes por el día y huéspedes que llegan en busca de un rincón diferente en la Patagonia para descansar, conectarse con la naturaleza y vivir aventuras durante caminatas y cabalgatas.
Más datos en www.lihue-expediciones.com.ar.
Fotos: Laura Gall y Luis Franke.