Céline Giusti, Primera Consejera de la Embajada de Francia en la Argentina, abrió el primer Forum Empresarial de Recursos Humanos, junto al Presidente de CCI France Argentine.
Inicio de la presentación en el vídeo: al minuto 06:45.
Estoy muy feliz de participar en nombre de la Embajada de Francia de esta reunión con Uds. sobre un tema que a todos en Francia como en Argentina, managers o empleados nos preocupa, que son las consecuencias de la pandemia sobre nuestros modos de trabajar. Como lo dijo Rodrigo Pérez Graziano, desde hace un año y medio hemos experimentado en el mundo entero una verdadera revolución en nuestros ámbitos de trabajo. Los gobiernos tuvieron que tomar decisiones complicadas para salvar vidas aislando la población y junto con los actores económicos tuvieron que encontrar caminos y soluciones para que la actividad económica pueda seguir. En este marco una de las principales consecuencias de la pandemia, pero hay otras, fue que aceleró la transformación digital y que impulsó el trabajo remoto como una nueva forma de organización del trabajo.
En Francia se impuso el trabajo remoto a partir de marzo del 2020 y esta obligación solamente se acabó el pasado 9 de julio. Para nosotros en Francia fue una verdadera revolución porque el trabajo remoto no hacía parte de nuestra cultura. Se dice que solamente más o menos el 7 % de los empleados practicaban el trabajo remoto antes de la pandemia y el corpus legislativo francés solo empezó a constituirse sobre el teletrabajo a partir del año 2012; es decir, ayer.
Ese corpus legislativo tenía como objetivo darle un marco jurídico al trabajo remoto, pero sobre todo incentivarlo en Francia. ¿Por qué esto? ¿Por qué esta dificultad, este problema cultural? Un estudio del Institut Montaigne muestra que la parte del trabajo remoto en un país depende de varios factores:
- el nivel de desarrollo porque la estructura de la economía define el número de empleos que pueden trabajar de forma remota o no;
- las formas de comunicar;
- el tipo de liderazgo.
Hay culturas -generalmente anglosajonas- que trabajan mucho con una comunicación explicita y otras como la francesa y creo la argentina también que trabajan con comunicación mucho más
implícita que necesitan contextualizarse. Y este tipo de comunicación no ayuda a implementar el trabajo remoto.
El tipo de liderazgo también juega un papel porque hay liderazgos igualitarios que son muy fáciles de implementar en un modelo de trabajo remoto y un liderazgo más jerárquico que generalmente tenemos en Francia y que también eso no ayuda al trabajo remoto y a tener esa cultura.
Eso para decir que la pandemia fue un desafío muy grande para un país como Francia que no tenía esa cultura de trabajo remoto porque la gente no tenía equipamiento informático. En la Embajada por ejemplo tuvimos que pedir laptops para todos porque creo que solo el cuarto de la gente tenía cómo trabajar desde casa. Porque los empleados tampoco tenían el espacio de trabajo en casa ni sabían organizarse, desconectarse, porque es muy difícil de separar la vida privada de la profesional cuando conviven las dos en un mismo lugar; pero también porque los líderes no sabían liderar un equipo a distancia.
No tenemos todavía la suficiente distancia para saber la importancia de la evolución que vamos a tener que enfrentar después de la pandemia, pero lo que sabemos es que esa evolución ya empezó. Por lo que pude observar como líder en la embajada, es que sobre el trabajo remoto hay una demanda muy fuerte ahora porque la gente se acostumbró a una cierta flexibilidad, porque quiere ahora tiempo también, unos días de la semana al mínimo y evitar el transporte público y perder tiempo, pero tampoco quieren un 100 % de trabajo remoto porque muchos sufrieron de una desvinculación social durante la pandemia.
Para que esta intervención del trabajo remoto en nuestra vida profesional sea un éxito, vamos a tener que adaptarnos. Como líderes vamos a tener que reinventar nuestro liderazgo con más
confianza y tal vez más trabajo, menos jerarquía; vamos a tener también que encontrar la buena medida con la gente entre una presencialidad que es también necesaria y un trabajo remoto. En este tema creo que Francia y Argentina tienen el mismo tipo de cultura, y que los desafíos son parecidos de cada lado del Atlántico; por eso creo que la reunión de hoy tiene un rol muy fuerte porque participa de una reflexión más global sobre la necesidad de reinventar nuestros modos de trabajo y nos va a permitir intercambiar ideas, soluciones innovadoras y así les quería decir que les deseo un buen trabajo.
Para la organización de este Forum, CCI France Argentine agradece a: