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Argentina ante un nuevo protagonismo global: claves para entender el vínculo Milei–Trump y la mirada estratégica de Estados Unidos

En un escenario internacional atravesado por tensiones geopolíticas, competencia tecnológica, disputas energéticas y realineamientos estratégicos, Argentina vuelve a ser observada con una atención inusual por parte de Estados Unidos. Esa fue la idea central desarrollada por el periodista y corresponsal Adrián Sack en el encuentro organizado por la Comisión de Asuntos Públicos de CCI France Argentine. Desde Atlanta, Sack contextualizó un fenómeno que, según su experiencia local, no tiene precedentes: la presencia creciente de la Argentina en los medios estadounidenses, en conversaciones cotidianas e incluso en la percepción del público general.

“Hace un año, casi nadie reconocía la bandera argentina; hoy me preguntan por ella en cada transmisión o entrevista” Adrián Sack

La relación Milei–Trump y el nuevo interés de la Casa Blanca

Uno de los ejes más analizados fue la estrecha identificación del presidente Javier Milei con Donald Trump. Para Sack, el vínculo no solo es ideológico sino profundamente personal, y eso lo convierte en un factor incierto:

“De Trump, nada es incondicional. Cualquier gesto puede hacerle cambiar de opinión”

Aun así, reconoce que el gobierno estadounidense, tanto a nivel político como dentro del FMI, observa a Argentina como un “experimento estratégico”: si el giro económico y político del país prospera, podría funcionar como caso testigo para contrarrestar la creciente influencia de China en la región.

La posición argentina frente a temas sensibles, como el 5G, la disputa por recursos minerales, la base espacial china en Neuquén o las posibilidades de dolarización, alimenta ese interés.

El factor China: telecomunicaciones, satélites y minería

Sack dedicó un tramo importante a explicar la preocupación estadounidense por el avance chino en América del Sur.
La base en Neuquén y el radiotelescopio de San Juan, aunque presentados como instalaciones científicas, son percibidos por sectores del establishment norteamericano como dispositivos con potencial uso militar o de inteligencia estratégica.

“Muchos aquí desconfían de que esas instalaciones sean realmente lo que China dice que son. No hay precedentes de que China instale infraestructura estratégica sin supervisión directa de su gobierno, y eso inquieta a Washington.”

Del mismo modo, la infraestructura de telecomunicaciones, especialmente la no implementación del 5G, se volvió un punto de fricción:
Estados Unidos considera a Argentina uno de los últimos espacios competitivos donde aún puede contener el avance tecnológico chino.

Comercio, lobbies y tensiones internas en Estados Unidos

La discusión sobre el nuevo acuerdo comercial fue otro de los focos. Sack explicó que, según la información disponible, Argentina importaría más de lo que exportaría, especialmente en sectores donde los lobbies estadounidenses ejercen fuerte presión: acero, biocombustibles y productos agroindustriales.

“Los republicanos le recuerdan todo el tiempo a Trump: ‘Nosotros te votamos para que esto sea America First, no Argentina First’. Eso generó ruido interno, incluso proyectos de ley para redirigir fondos destinados al acuerdo hacia subsidios en Michigan y otros distritos industriales.”

La política interna estadounidense también condiciona las negociaciones. Trump debe responder a sectores que reclaman una agenda “America First” más estricta y que cuestionan incluso la magnitud del apoyo económico hacia Argentina. La volatilidad de ese frente doméstico introduce un elemento adicional de incertidumbre sobre la estabilidad del vínculo bilateral.

Oscilaciones argentinas y credibilidad internacional

A partir de una pregunta del público, Sack profundizó en un punto estructural: la dificultad de Argentina para sostener políticas de Estado, tanto en su política exterior como en su economía.
Pasar en pocos años de una alineación con los BRICS a una alianza automática con Estados Unidos genera, según el periodista, dudas sobre la confiabilidad a largo plazo del país.

“La pregunta clave no es solo qué puede construir este gobierno, sino qué alternativa se está formando. Para que Argentina gane credibilidad tiene que haber políticas de Estado que sobrevivan a los cambios de signo político. Sin eso, es muy difícil que nos tomen en serio.”

La consistencia futura dependerá tanto del rumbo del gobierno actual como de la calidad de la oposición y de su capacidad de articular propuestas que preserven los pilares que permitan previsibilidad.

Puntos clave de la charla

  • Argentina ganó visibilidad inédita en los medios y en la opinión pública estadounidense.

  • La relación Milei–Trump es profundamente personal y, por lo tanto, frágil.

  • Estados Unidos ve a Argentina como un “experimento” que podría contrarrestar la influencia china.

  • La instalación de infraestructura china e n Neuquén y San Juan genera fuerte preocupación en sectores estratégicos estadounidenses.

  • El acuerdo comercial en negociación muestra asimetrías que favorecen a Estados Unidos.

  • Los lobbies de acero, biocombustibles y sector automotriz presionan contra concesiones hacia Argentina.

  • La situación interna de Estados Unidos afecta directamente el vínculo bilateral.

  • Argentina enfrenta un desafío histórico: recuperar credibilidad y coherencia en su política exterior.

  • La oposición futura será clave para consolidar o desarmar el giro actual del país.

Adrián Sack

Adrián Sack es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y Máster en Periodismo por la Universidad Torcuato Di Tella.
Ha trabajado en medios de España, como el diario El Mundo de Madrid y RTVE (Radio y Televisión Española).
También colaboró en el programa cultural Reading Group de la BBC.
Actualmente reside en Atlanta, Estados Unidos, donde se desempeña como corresponsal de televisión para el Grupo América.