El icónico modelo empezó a ser producido por Industrias Kaiser Argentina S.A. y más tarde por Renault. Salieron 157.315 unidades de la planta de Santa Isabel a lo largo de 25 años.
El Renault 4 fue producido en la Argentina entre 1963 y 1987. Para celebrar los 60 años del inicio de la fabricación del modelo en el país, la Fábrica de Santa Isabel se vistió de gala para recordar uno de los modelos más emblemáticos de Renault y de la historia automotriz de la Argentina. Con el paso de los años, el R4 se convirtió en un ícono de la cultura popular en nuestro país. La celebración reunió a autoridades de la empresa con miembros de los principales clubes de coleccionistas de Renault 4 del país, Renault Classic, Club Restauradores R4 de Buenos Aires y Club Córdoba R4.
El Renault 4 llegó al mercado argentino primero gracias a Industrias Kaiser Argentina S.A. En 1963, ya se había convertido en el segundo producto de la marca del rombo en ser fabricado en la Planta Santa Isabel. Este simpático modelo, innovador para la época, fue el primero en incorporar el portón trasero con apertura integral, dando origen al primer hatchback de cinco puertas del mercado.
“En Renault Argentina nos sentimos sumamente orgullosos de contar con una historia tan rica y significativa para muchos. Poder rendir hoy homenaje al Renault 4, un vehículo que marcó a varias familias argentinas y que también representa un modelo sumamente arraigado en el ADN de nuestra marca, nos llena de orgullo”, afirmó Pablo Sibilla, Presidente y Director General de Renault Argentina. “El Renault 4 es un puente que nos ayuda a conectar directamente la historia de Renault con el futuro de la marca, por cierto, muy prometedor para los próximos años”.
Para mediados de 1987, Renault decidió discontinuar la gama Renault 4, tras haber fabricado 157.315 unidades entre todas sus versiones, durante 25 años ininterrumpidos. La última unidad salió el 29 de diciembre de 1987. El R4 terminó su carrera luego de haberse convertido en unos de los modelos más fabricados en la planta cordobesa.
Este aniversario del modelo R4 se suma a la celebración de los 68 años de la planta Santa Isabel que se encamina a las siete décadas de producción ininterrumpida en argentina. Cuna de verdaderos íconos argentinos, esta planta tiene una trayectoria marcada por grandes hitos y leyendas, modelos inolvidables y un recorrido repleto de historias que conectan con una marca de enorme tradición local, entre ellas este modelo que es un símbolo de la cultura argentina.
Una breve historia del R4 en la Argentina
Ese auto llegó a nuestro mercado de la mano de Industrias Kaiser Argentina S.A., gracias al acuerdo que había firmado con la Régie Renault. A diferencia del modelo europeo, el nacional estaba equipado por el motor Ventoux (versión deportiva del Billancourt) de 845 cm³ que tenían los Dauphine nacionales. Tenía una caja de cambios de tres relaciones.
En 1964 se sumó la versión denominada Furgoneta, que estaba disponible como furgón de carga, sin vidrios laterales en la caja o como break, con asientos traseros, butacas delanteras reclinables para permitir el acceso, y ventanillas en los laterales de la caja. En 1965 toda la gama incorporó la caja de cambios manual de cuatro velocidades y un sistema eléctrico de 12 Volts.
En el mes de julio de 1966 llegó el anuncio al público de la producción de la unidad 100.000 de la marca Renault. Fue justamente una unidad de Renault 4L, algo que marcó un hito para la planta de Santa Isabel en la provincia de Córdoba.
Para responder rápidamente a las emergencias en el pesado tránsito de las grandes ciudades, IKA lanzó la Ambulancia Renault 4F. Contaba con un solo asiento delantero y una camilla de 1,80 metros de longitud en el sector derecho del vehículo. A finales de 1970, y sobre la base del 4S, la marca lanzó una edición especial denominada “El Correcaminos”, que se destacaba por sus faros auxiliares circulares delante de la parrilla, franjas decorativas laterales y llantas sin tazas. Se fabricó hasta 1974. Mientras tanto, en 1971 se discontinuó la versión 4L.
A fines de 1978 la marca decidió modernizar el diseño del Renault 4S, dotándolo de una nueva parrilla, confeccionada en plástico de color gris opaco, a tono con las gruesas molduras laterales y con la pintura de ambos paragolpes. Asimismo, se estrenaron nuevos faros de posición y giro delanteros con formato rectangular, junto a un espejo exterior de color negro sobre el lado del conductor. En el habitáculo se destacaban los nuevos tapizados, cinturones de seguridad y gavetas internas para el almacenamiento de objetos.
En 1981 se agregaron unas defensas metálicas laterales que se integraban al paragolpes delantero y que servían para proteger ambas esquinas en caso de golpes a baja velocidad.
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